Volvemos sobre Dune, otra vez, la que, probablemente, sea considerada una de las
películas más incomprendidas, defenestradas y tediosas del gran director que
protagoniza este blog, David Lynch. Sin
embargo, es una gran obra que, pese a los numerosísimos escollos que sufrió, se
ha convertido en un enorme clásico para miles de fans de la ciencia ficción y
del cine en sí mismo.
Fueron muchas las trabas con las que se
encontró Lynch para rodar Dune. No debemos olvidar que en 1984, año de
producción del film, el director solo se había sentado dos veces en la silla de
jefe de un largometraje, y ambas en blanco y negro. Es decir, la Cabeza borradora de 1976 y El hombre elefante de 1980.
Pero no fue dirigir en color lo que presentaría
la mayor traba para Lynch, sino el realizar una película de estudio. Como yacomentamos, pactó con de Laurentiis
el control total de Terciopelo Azul
en 1986 a cambio de llevar a buen puerto este gigantesco universo.
Así pues, Lynch, ni corto ni perezoso, realizó
una adaptación tremendamente fiel de la magna obra de Frank Herbert basada en la primera novela. Y claro, el desastre ya
estaba ahí, puesto que el montaje final abarcaba nada más y nada menos que 8 horas. Es como si el director de Missoula
hubiera incorporado hasta los puntos y comas del libro.
Los recortes de David Lynch en Dune
Lynch, consciente de que no podía tener a la
gente en el cine durante un tercio de día (ni Murnau se atrevió con su
Amanecer), rebajó el montaje final, pero lo dejó en 5 horas. Claro, obviamente
los de Laurentiis, conscientes de que querían ganar dinero con el film, no
podían permitir algo así. Y ese fue el momento en que, sin demasiada aportación
del director, decidieron reducir el metraje final a los 137 minutos definitivos que fueron los que vieron la luz de forma
comercial.
Para Lynch, esto fue un destrozo de su obra,
casi un ultraje. O sea, que aborreció la película y se prometió no volver a
trabajar con grandes productores y estudios. Sin embargo, con el paso del
tiempo, dicho enfado ha ido a menos, lo que no quiere decir que la vea con
especial cariño.
Eso sí, hay que decir que David Lynch no
reniega de Dune, solo de algún que otro montaje realmente deleznable y aburrido
que anda por ahí en DVD con casi 200 minutos de metraje que debe hacer las
delicias de zombis, muertos vivientes y seres felizmente dormidos y
somnolientos. Los añadidos son realmente vergonzantes, y lo digo yo, que tengo
unas tragaderas impresionantes (He visto Star Crush I y II varias veces cada
una).
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